LA PRIMERA HAMBURGUESA ARTIFICIAL
Por: Ricardo Veisaga
Es posible que en
un futuro no muy lejano, desaparezcan la gran mayoría de las granjas o
criaderos de animales como lo conocemos hoy. La producción o cultivo de carne
en laboratorios o en fábricas, con fines alimenticios, ha dejado de ser una
cuestión de ciencia ficción. En el film
Matrix, el personaje Ratón (el extrovertido programador joven) inicia a Neo en
la gastronomía de la nave y del mundo real, una papilla blanquecina de proteína
a base de productos sintéticos. Era el único alimento de Morfeo y compañía, pero
los científicos ya han superado a este film futurista.
El día 5 de
agosto de 2013, en la tarde del oeste de Londres, fue presentada en un
restaurante para ser degustada, la primera hamburguesa elaborada a partir de
células madre, creada por un equipo de científicos de la Universidad de
Maastricht (Holanda), liderado por el profesor Mark Post. Quien en las jornadas
gastronómicas de “Madrid Fusión”, llevado a cabo en enero de este año, anticipó
datos sobre esta inminente hamburguesa y expresó: “que a mediados de siglo la
demanda de carne aumentaría en un 50% en todo el mundo.”
La exitosa
investigación ha costado más de 300.000
euros, fue financiado en parte por el gobierno de Holanda y un empresario
privado. El evento fue transmitido por internet y se reveló que Sergey Brin (americano de
origen ruso), cofundador de Google, aportó 250.000 dólares, quien también donó
dinero para la creación de ojos de vidrio o el turismo espacial, dijo que su preocupación se debe al
“bienestar de los animales”, ya que esto permitirá la comercialización de carne
sin matar animales. La hamburguesa tuvo un peso de 140 gramos, fue preparada y cocinada
por el chef Richard McGowan y degustada por dos críticos gastronómicos
británicos. Hanni Ruetzler, una de las probadoras dijo: “Esperaba una textura
más suave, tiene un sabor intenso, cercano a la carne, pero no es tan jugoso.
La consistencia es perfecta, aunque le falta sal y pimienta”, por su parte Josh
Schonwald comentó: “La textura en la boca es como la de la carne. Para mí me
falta la grasa, es algo magra, pero el bocado en general se siente como el de
una hamburguesa”.
El proceso fue a
través del desarrollo de las células madre que son las copias maestras del cuerpo,
que fueron extraídas del tejido muscular vacuno (no es carne genéticamente
modificada) estas fueron cultivadas en laboratorio con nutrientes y sustancias
químicas, que estimulan el crecimiento para que se desarrollen y se
multipliquen. En tres semanas, se logró más de un millón de células, que luego
se repartieron en pequeños recipientes donde alcanzaron su fusión para formar
tiras de músculo (un centímetro de largo por varios milímetros de ancho), las
tiras fueron congeladas y al llegar al número de 20 mil, se descongelaron y se
compactaron, también se le agregaron para su coloración, zumo de remolacha,
azafrán, almíbar, migas de pan, según revela la BBC.
El profesor Post
tardó tres años en desarrollar este proyecto, y espera que el costo de la hamburguesa
se reduzca drásticamente cuando se empiece a producir industrialmente y llegue
a las estanterías de loa supermercados para competir con la carne de la vaca
normal y corriente. Entiende que esto podría suceder en unos diez o quince
años. Post sostiene que: “es importante,
puesto que la carne producida en laboratorio ofrece una solución a los grandes
problemas que afronta nuestro planeta, al permitir crear carne a voluntad y sin
causar estragos al medioambiente”.
Una vaca para
producir 10 gramos de proteína animal tiene que consumir 100 gramos de proteína
vegetal, para ello es necesario un gran cultivo para alimentar a una sola vaca,
eso ya no será necesario, la carne obtenida en laboratorio no contiene sangre
ni grasa, por lo que en principio sería más sana. Tampoco estar pendiente de
las enfermedades animales, y su producción estaría adecuada a la demanda. Los
animales en granja emiten un elevado porcentaje de gases como metano o dióxido
de carbono, y a mayor población más granjas y mayor emisión de gases
contaminantes.
El problema de la
población mundial en aumento, el crecimiento monstruoso de las grandes
ciudades, ha llevado a buscar soluciones a estos graves problemas, recuerdo
“Plantagon” un proyecto de granja vertical para ser construidas dentro de las
ciudades, en ellas se realizarían cultivos de todo tipo para luego ser
transportados a los mercados, decían que dentro de “plantagon” se produciría
aires limpio y agua que podría ser volcado hacia la ciudad, y que según sus
diseñadores seria económicamente viable.
Un grupo de
millonarios, entre ellos Peter Andreas Thiel, uno de los fundadores de PayPal,
presidente de Clarium Capital, un fondo de inversión macroglobal que administra
más de dos mil millones de dólares, uno de los primeros inversores de facebook.
Están realizando inversiones para conseguir que una “impresora 3D” (ver mi
artículo anterior), imprima carne artificial. La idea toma sustento en dos
cuestiones fundamentales, primero la versatilidad de la impresora 3D actuales,
capaces de imprimir un calzado o una casa. Segundo, la impresora podría
imprimir carne artificial mediante la técnica llamada “bio-impresión”, que ya
se utiliza en el campo de la medicina para conseguir regenerar órganos, en este
caso serían adaptadas para conseguir carne a partir de proteínas artificiales y
células cultivadas en laboratorio en forma de filete o de lo que usted
prefiera.
Las grandes
cadenas de comida rápida o fast food como McDonald’s, Burger King, Wendy, s,
etc. Podrían tener una gran competencia, más rápidas y más rentables. El “Burgeon”,
es una máquina capaz de sustituir a seres humanos, en este caso las
hamburgueserías. Fue diseñado por Momentum Machines, esta máquina prepara
hamburguesas sin la intervención de una
persona en el proceso, el Burgeon es capaz de preparar 360 hamburguesas por
hora, una media de 6 por minuto, es decir ni un equipo de personas podría ser
capaz de igualarlo. La máquina prepara la carne y las patatas, tostar el pan,
añadir rodajas de tomate, cebolla, etc.
Mientras estos
días vemos como los sindicatos, con esa mentalidad anacrónica propia de la “Revolución
Industrial”, pretenden sindicalizar a los empleados de McDonald’s. Burgeon no
entra en huelga, no cobra sueldos, no toma días personales, vacaciones, no se
enferma, no necesita de “Obamacare”, no
estornuda sobre las hamburguesas ni oye las quejas de los clientes. Existen
actualmente algunos establecimientos funcionando en Estados Unidos, pero su
gran rentabilidad acabará por exportarse por todo el mundo y a la actual competencia.
Hay muchas
preguntas y por ahora pocas respuestas. Digamos que todo lo que estamos viendo
actualmente, llámese “impresora 3D”, “hamburguesa artificial”, etc. Sólo es
posible en sociedades de un alto grado de conocimiento (por eso son imperios),
pues en el fondo la Historia humana no es otra cosa que la lucha “in illo tempore” entre “civilización y
barbarie”. Esto tiene de positivo el
“mercado” (con tanta mala publicidad), el ofrecer diversidad, variedad, de
ofrecer en este caso a aquellos que quieran seguir comiendo hamburguesas
directamente de la granja o del laboratorio.
Y el Mercado es propio de las democracias, de las sociedades libres, en
Cuba no hay Mercado, (ni democracia), ya que no tienen nada que ofrecer, no hay
diversidad, ni variedad, apenas un jabón para todo el mes y miseria a compartir
(el pueblo, no los dirigentes). ¿Y con todos los parados que dejará, por
ejemplo, las impresoras 3D, o los Burgeon, tendrán dinero para comer una
hamburguesa?
Pero también al
Mercado le interesa el que puede adquirir bienes, no el que no tiene dinero
para adquirir bienes, esa es su esencia. El Mercado es economía, no
beneficencia. ¿Quien se encargará de repartir gratuitamente o a bajos precios,
esta nueva y abundante carne artificial? Los optimistas de siempre están
anticipando un nuevo maná que caerá del cielo, pero como no viven en la
realidad, no se han enterado que el maná pertenece a la literatura fantástica
religiosa, pero no a la realidad, y como decía Perón robándole la idea a los
griegos: “la única verdad es la realidad”. Le decía a un amigo hace unas
semanas, que si quiere hacer negocios, que junte dinero y se fusione con otros,
o adquiera una licencia (a menor costo que un McDonald’s) de un futuro
“PostBerger”o, un “Burgeon King”. Dije hace 20 años y lo vuelvo a repetir
irónicamente de tanto en tanto, en la lucha por la supervivencia en épocas
darwinianas lo que importaba era la “supervivencia del más apto”, en estos
tiempos lo que importa es: “la supervivencia del más informado”.
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