Por: El Mesmo
Queridos
Aficionados:
Si acaso temiéramos
el que ustedes no leyeran esta columna, bueno resultaría avisarles que
nosotros, simplemente, sentimos ganas de mostrar al mundo que nuestros errores
son nuestros. Preferimos admitir y simplemente no callar.
Profesional o
Aficionado, tratamos de combatir el mutismo canalla y preferimos la manera más
clara, el de no ocultar las cosas y casos que se practican en nuestro deporte.
EN VIAS DE
PROGRESO
Gusto nos da
saber que la empresa responsable de ofrecer un cartel en este mes de agosto, está
promoviendo nuestro deporte con entrenamientos al aire libre, al público de la
Avenida Michigan.
Hace tiempo
aprendimos que si una cosa te resulta exitosa, tienes que publicarla para mejor
difusión de tú obra y de tú éxito. O sea, de que tu mano derecha no sepa
lo que hace la izquierda no es cierto.
Nos gusta
el hecho que otros deportes produzcan la paz y tranquilidad que produce el
boxeo. Con ello se trata de arengar al público
para que nuestro deporte sea respetado, y así mostrar la manera correcta de
apreciarlo-sobre todo cuando es necesario-como lo es en estos tiempos difíciles. Se trata de ¡UNA DISCIPLINA! La
cual hay que sentir y amar con respeto. Eso de guardar respeto a este deporte significa
que así lo exigen las circunstancias en las que atravesamos. Como por ejemplo, en los vecindarios de
Chicago, donde la mayoría de sus residentes son de piel color sepia o morena (incluidos
los mexicanos), se sufre por la cantidad de hechos sangrientos que ahí se
producen.
Hace ya décadas,
el comediante Bill Cosby solicitaba a la juventud que “Practicasen
las buenas costumbres. Que volviesen a
sus cinco sentidos.” Tiempo después, coincidentemente,
al iniciar su primer periodo presidencial, Barack Obama insistía con la misma
solicitud a la misma juventud.
¿Sería ello una
mera coincidencia? ¿O es que había surtido efecto la petición del notable
actor?
Por otra parte,
en los años 60 observamos que Cassius Clay, durante el tiempo que el ejército
de los EE. UU. libraba una guerra en Viet Nam, el púgil rechazó prestar Servicio
Militar negándose a matar a personas que no conocía. Aunque cumplió una sentencia por desacato a la
Ley de Conscripción Militar, el gobierno impuso una nueva Ley: El Servicio
Militar de este país dejaba de ser obligatorio.
En esa época (del
Rock & Roll), quienes simpatizarban con la situación de jóvenes sirviendo
obligatoriamente en el ejército, desconocían las consecuencias que podría traer
la abolición del Military Draft (servicio
militar) hacia el comportamiento de nuestros jóvenes. Poco a poco fueron aumentando de pandillas
urbanas, porque aunque las drogas carecían de la misma popularidad y consumo
durante estos tiempos, se logró que ese libertinaje se disparara entre nuestros
hijos(as).
Ignoraba el
pueblo a dónde se iría a eliminar la ansiedad que produce la adrenalina y
fortaleza típica de una juventud, cuya inexperiencia hacía más factible la
asociación con pandillas que posiblemente se encontraban en sus propios barrios,
o vecindarios.
Nombrelo como usted guste.
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